Las instalaciones de Flor de Doñana Biorganic, de cultivo de berries en ecológico, son unas de las cuatro explotaciones andaluzas en las que se están ubicando dos tipos de sensores: uno que mide la humedad del suelo, y otro que permite determinar la cantidad de agua que se aplica. Los datos recopilados a través de estos dispositivos servirán para establecer un modelo de riego adecuado, que determine en cada momento qué cantidad de agua se debe aplicar y cómo hacerlo, para optimizar el riego y reducir la huella del agua que se usa para este tipo de cultivo.
El proyecto “Huella del Agua en el sector ecológico andaluz”, que están desarrollando el ceiA3, la Universidad de Córdoba, CO2 Consulting y Ecovalia, con la financiación de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía y el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural, con el que se persigue una producción más sostenible y eficiente en la gestión de los recursos hídricos, a través de la innovación y la tecnología aplicada al sector agroalimentario, continúa implementando la fase experimental. De esta forma, tras la instalación de los sensores en una explotación de cítricos, se ha procedido a la colocación de los dispositivos en los cultivos ecológicos de berries, y se concluirá en los próximos meses en los de aceitunas y hortícolas.
La recopilación de datos, a través de los sensores y TICs implantados en tierras de cultivo, permite realizar una gestión eficiente y sostenible de los recursos hídricos, manteniendo la producción de los cultivos en cantidad y calidad, lo que repercute en la reducción de su huella hídrica o, lo que es lo mismo, el volumen total de agua dulce utilizado en el proceso de producción.